El artículo “¿El poroto que faltaba?: desabastecimiento de legumbres como prisma de las vulnerabilidades del sistema alimentario chileno”, escrito por la subdirectora del CEDER, Dra. Jael Goldsmith; el estudiante tesista del Doctorado de Ciencias Sociales en Estudios Territoriales de la ULagos, Joaquín Rivera; y la politóloga Florencia Olivares, fue publicado recientemente en el libro “Sindemia y seguridad alimentaria. Los impactos de distintas crisis en el sistema alimentario chileno”.
Este libro, editado por las académicas de la U. de Chile, Dra. Sofía Boza y Dra. Rebecca Kanter, según su introducción “explora cómo las crisis concomitantes recientes -sanitarias, sociales y ambientales- se entrelazan a través de los sistemas alimentarios, con especial énfasis en el caso chileno”. Asimismo, recoge “las implicancias para la seguridad alimentaria en Chile de dichas crisis, en aspectos que van desde la producción, hasta el abastecimiento y la distribución, así como la nutrición de los/as consumidores/as”.
Legumbres
Respecto al artículo de Goldsmith, Rivera y Olivares, se explica que en medio de la pandemia de covid 19, “las legumbres se convirtieron en un bien escaso. Si bien dicha situación fue revertida con una importación masiva, los modos y la trayectoria de su producción junto con la comercialización y el consumo de legumbres evidencian las fragilidades del sistema alimentario nacional contemporáneo en cuanto a soberanía alimentaria”.
Luego, se aclara que el capítulo “examina el concepto de sindemia desde el momento de desabastecimiento de legumbres antes señalado, revisando la trayectoria de su consumo y producción nacional, con especial atención en el ambiente de abastecimiento alimentario”.
En ese marco, se puntualiza que “en Chile la tendencia en el consumo de legumbres ha mostrado una baja significativa desde los años 1850, con un consumo per cápita superior a los 10 kg que luego pasó a ser de 6 kg durante los años 1980, y que finalmente decayó a los 3 kg en la actualidad”.
Junto con ello, se remarca que el año 2016 la FAO lo declaró como “el de las legumbres”, resaltando “sus beneficios multidimensionales: son nutritivas, constituyen un aporte a la salud de las personas, contribuyen a combatir el cambio climático, protegen la biodiversidad, y son un bastión para la seguridad alimentaria”.
Conclusiones
En cuanto a las conclusiones, se precisa que “un análisis a mediano y largo plazo reflejaría pérdidas en cuanto a soberanía alimentaria con efectos en múltiples aristas. Por ejemplo, desde el punto de vista agrícola, se perdió la oportunidad de reactivar una cadena de valor corta de aprovisionamiento local de productos de calidad, en beneficio al consumidor y a la pequeña agricultura”, y se agrega que “se perdió también la oportunidad de desarrollar manejos más ecológicos con sistemas de rotación, donde las legumbres permiten disminuir el uso de agroquímicos”.
Por último, se plantea que la crisis generada por la pandemia, “sumada a la crisis generada por décadas de inconformidad con el modelo de producción, económico y de políticas públicas crea una coyuntura única para cambios en los planos microcotidianos y macroeconómicos (…) Por tanto, es hora de un nuevo pacto sobre los modos de producción, consumo y comercialización de alimentos que privilegie la nutrición, seguridad alimentaria y el bienestar en ciudades y campos, y volver a hacer real el tradicional refrán ‘más chileno que los porotos’”.
Cabe señalar que una versión más breve de este capítulo fue publicada el 31 de octubre de 2020 bajó el título “Al modelo le faltan porotos” en El Mostrador: https://www.elmostrador.cl/generacion-m/2020/10/31/al-modelo-le-faltan-porotos/
El libro “Sindemia y seguridad alimentaria. Los impactos de distintas crisis en el sistema alimentario chileno” (Editorial Universitaria) se puede adquirir en el siguiente link: https://www.universitaria.cl/producto/sindemia_y_seguridad_alimentaria/
Publicado por: Andrés Zanetti